ESPACIO G405

El edificio se concibe como un punto de referencia, un “espacio” central en la vía que conecta Griñón con Humanes que  busca su identidad en un lenguaje contemporáneo manteniendo la sintonía con el entorno urbano industrial en el que se emplaza.

Como un contundente prisma de poca altura que descansa sobre un terreno plano de escasa densidad edificatoria,  el edificio se extiende superficialmente a modo de bandeja abierta al cielo. La regularidad de su silueta se rompe a través de los lucernarios abiertos al norte que garantizan que todos los espacios de trabajo sean bañados por la luz natural indirecta.

La horizontalidad predominante, ligada a la idea de que el edificio será fundamentalmente percibido en movimiento por aquellos que circulen por la avenida de Humanes,  desempeña un papel estratégico desde un punto de vista perceptivo.

La envolvente del edificio se caracteriza por el ritmo de los distintos componentes que entran en juego, como huecos y lucernarios, partes opacas, celosías de lamas y pliegues longitudinales en una combinación de elementos que favorece la impresión de movimiento y de que los límites entre la arquitectura y el cielo de fondo se diluyen. Para su ejecución, se recurre a materiales típicos de la producción industrial como es la chapa de acero en distintos formatos.